miércoles, 19 de junio de 2013

BIOGRAFIAS

Dr. Milton H. Erickson: Un comunicador excepcional

Milton H. Erickson ha sido reconocido como la principal autoridad mundial en hipnoterapia y psicoterapia estratégica breve. Fue una de las personalidades psicoterapéuticas más creadoras, sagaces e ingeniosas de todos los tiempos.
Se lo llamó "el más grande comunicador mundial" y "el máximo psicoterapeuta del siglo".
Su contribución a la práctica de la psicoterapia es parangonable con la contribución de Freud a la teoría de la psicoterapia.

Licenciado en Psicología y Doctorado en Medicina en la Universidad de Wisconsin. Fue Presidente de la Sociedad Norteamericana de Hipnosis Clínica, Director Fundador de su Fundación de Educación e Investigaciones, Director Fundador del American Journal of Clinical Hypnosis, Profesor Asociado de Psiquiatría en la Universidad Estadual de Wayne (Facultad de Medicina), Miembro Vitalicio de la Asociación Psicológica Norteamericana y de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana.
Con relación al enfoque profesional de Erickson, importa destacar que si bien creó muchos métodos permisivos y novedosos de hipnosis terapéutica, se mostró muy renuente a formular una teoría.
Más que cualquier otra persona, Milton H. Erickson ha sido responsable de crear una nueva visión de la hipnosis.No postulaba ninguna teoría explícita de la personalidad, porque estaba convencido de que ello limitaría la psicoterapia y haría que los psicoterapeutas actuaran con mayor rigidez.

Él se consideraba a sí mismo, sus palabras, entonación de la voz, maneras de hablar, y movimientos corporales, vehículos para influenciar, que podrían promover cambios. Interesado en la acción, más que en la teoría, sus técnicas no eran elegidas de antemano, eran hechas a medida de las exigencias de la situación del momento.
Si bien Erickson rehusaba identificarse con las escuelas de terapia reconocidas, él a menudo utilizaba metodología cognitiva, conductista, analítica y otras, dentro del marco de sus maneras personales de intervención. Utilizaba la hipnosis cuando la consideraba útil para acelerar la terapia. Sus objetivos inmediatos eran aliviar los síntomas y resolver los problemas, si bien cambios en la personalidad y en los valores eran metas que consideraba que tarde o temprano serían alcanzadas.